En todas las películas de Stanley Kubrick( 1928-1999) se observa este interés del director por los personajes obsesivos y patológicos dentro de la moral y ética de la cultura en la que se encuadran. Obsérvese el caso de Alex, el protagonista de Clockwork Orange. Además, los personajes suelen fracasar en climax de su triunfo anti-heroíco. Suelen vivir, un momento de esplendor, en el que aparentemente se convierten en los héroes, pero acaban cayendo debido a su ser.
Kubrick trata de señalar la imperfección de los mecanismos. Éstos, con una moral, unas normas, oprimen al individuo, dando lugar a casos de patología y a fracasos. Kubrick aborda el mundo desde un pesimismo absoluto, ya que ninguno de sus personajes, único hálito de esperanza de salir del sistema, se acaba por salvar.
De las películas que dirigió Kubrick, todas se basaron en una novela, excepto Fear and Desire y Killer's Kiss. Tal es el caso de Lolita, o de Clockwork Orange. A la hora de elegir una novela sobre la que basarse, Kubrick buscaba una en la que la vida interior de los personajes estuviera presente. Como él mismo confiesa: “La novela perfecta de la que se puede hacer una película es, creo, no la novela de acción, sino, por el contrario, la novela esencialmente preocupada por la vida interna de sus personajes”[ Kubrick, “Words and Movies” en Sight & Sound, Londres,invierno 1960-61. Citado por E. Riambau en Stanley Kubrick, op. cit., p.] .
Se puede ver, con esta frase, su interés por la interioridad de personajes cuya vida interior es diferente a lo normal.
Otro rasgo que caracteriza la manera de hacer cine en Kubrick es su trato especial hacia los actores. Kubrick les da un guión sobre el que, en los ensayos, los actores pueden realizar aportaciones personales. Un ejemplo se da en Clockwork Orange, en la escena de la casa en la que apalean al escritor y a su mujer. Mientras Alex golpea al escritor canta la canción Singing in the rain. Ésta es una aportación del propio Malcolm McDowell. James Mason, intérprete de Humbert en Lolita dice: “Kubrick sugirió muy sensatamente que todos nosotros tratáramos de olvidar los diálogos que habíamos memorizado y que, estando totalmente al tanto del espíritu y contenido de cada secuencia, la expresáramos con nuestras propias palabras” [James Mason, Before I Forget. An Autobiography, Hamish Hamilton, Ltd., Londres, 1981. Citado por E. Riambau en Stanley Kubrick, op. cit., p. 93.].
1 comentario:
Oe y ese texto de dónde lo sacastes ...?
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